"El conocimiento del pasado nos sirve para comprender mejor nuestro presente". Blog personal que busca referirse sobre la actualidad de la disciplina histórica como asi tambien de divulgación histórica sobre acontecimientos, hechos y personajes de la historia argentina y del mundo, a lo largo de los siglos.

4/12/11

Más Críticas al Instituto Dorrego.

Revisionismo histórico
Críticas al Instituto Dorrego

Con un tono menos enérgico que la declaración que habían firmado más de 200 voces del campo intelectual, la Asociación Argentina de Investigadores en Historia se sumó a las críticas que suscitó la creación del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego, constituido por decreto para reivindicar una de las corrientes de interpretación del pasado argentino.

La entidad objeta el diagnóstico formulado en los considerandos del decreto, que "no toma en cuenta la profusa y variada producción científica reciente sobre los temas históricos, a cuyo estudio y difusión se abocará dicho instituto", que dirigirá el ex secretario de Cultura Mario "Pacho" O'Donnell.

En la declaración se destaca el trabajo de los historiadores que desarrollan sus actividades de docencia e investigación en universidades y en el Conicet, así como en otros organismos, y el creciente número de jóvenes historiadores. Señala que esa producción, "lejos de traducir una visión uniforme del pasado, como aquella a la que alude el decreto, refleja un amplio abanico de temas, enfoques e interpretaciones". Y menciona que recogen "elementos de la tradición revisionista, de la liberal, de la marxista y de muchas otras corrientes historiográficas".

Formada por reconocidos historiadores de universidades de todo el país e investigadores del Conicet, la asociación es presidida por Noemí Goldman, doctora en historia y especialista en historia política e intelectual argentina del siglo XIX. La acompañan Sergio Serulnikov, vicerrector académico de la Universidad de San Andrés, y los investigadores Julio Djenderedjian y Beatriz Bragoni, entre otros..

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29/11/11

Intelectuales, contra esta historia "oficialista"

Duro pronunciamiento de académicos e investigadores
Intelectuales contra la historia oficial

Unos 200 historiadores, profesores universitarios e investigadores con acreditados méritos académicos suscribieron un documento que cuestiona la creación del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico y denunciaron la intención del Gobierno de "avanzar hacia la imposición del pensamiento único".

Historiadores de la talla de Tulio Halperin Donghi y Luis Alberto Romero, a los que se sumaron Natalio Botana, Beatriz Sarlo, Carlos Altamirano y José Emilio Burucúa, entre otros intelectuales, estamparon su firma para disentir del instituto que destinará recursos oficiales a la reivindicación de Manuel Dorrego, Juan Manuel de Rosas, Martín Miguel de Güemes, Facundo Quiroga, Juan y Eva Perón, e Hipólito Yrigoyen, entre otras figuras a las que el Gobierno les quiere dar dimensión de próceres.

En pocos días se multiplicaron las adhesiones al documento crítico, que redactaron los historiadores Hilda Sábato, Mirta Zaida Lobato y Juan Suriano, para cuestionar la puesta en marcha del instituto que conducirá el ex secretario de Cultura del gobierno de Menem Mario "Pacho"O'Donnell .
Como informó LA NACION el lunes último, el decreto 1880/2011 instruyó a O'Donnell y a los otros 12 miembros de la comisión directiva del instituto a rescatar a quienes "defendieron el ideario nacional y popular ante el embate liberal y extranjerizante".

"Entre los próceres ignorados que hay que reivindicar aparece San Martín", advirtió Marcelo Cavarozzi, doctor en ciencia política e investigador de la Universidad Nacional de General San Martín, al describir a LA NACION las inconsistencias de la iniciativa oficial.
Para el investigador Vicente Palermo, presidente del Club Político Argentino, lo más grave es "la disposición a identificar una corriente y una determinada mirada histórica con el Estado, convirtiéndola en historia oficial".

"Crear una institución estatal cuyo objeto es imponer una forma perimida de hacer historia y una visión maniquea de ese pasado constituye un hecho grave que conspira contra el desarrollo científico y la circulación de diversas disciplinas historiográficas", advierte el crítico documento, suscripto por historiadores de reconocida actuación, investigadores jóvenes y becarios.

Rubrican el pronunciamiento los profesores Klaus Gallo, Horacio Tarcus, Pablo Buchbinder, Andrea Giunta, José Emilio Burucúa, Laura Malosetti, Mariano Plotkin, Eduardo José Míguez, Silvia Finocchio, Andrea Matallana, Fernando Rocchi, Mónica Ghirardi, Inés Tojkind, Pablo De Titto y Beatriz Ruibal, entre otros historiadores.

Sumaron su adhesión, desde otros campos, el sociólogo Marcos Novaro, la profesora en letras María Teresa Gramuglio, el artista Luis Príamo, el cantante Andrés Stagnaro, el poeta Ricardo Ibarlucía, la doctora en filosofía Diana Cohen Agrest y la escritora y periodista Sylvina Walger.

"Nos alarmamos por el contenido del decreto y quisimos compartir nuestra preocupación con los colegas", explicó ayer Hilda Sábato a LA NACION, sorprendida por la rápida respuesta que tuvo en una semana el texto que enviaron por correo electrónico a miembros de la comunidad historiográfica.
Experta en historia política y social de la Argentina, Sábato es profesora de la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Conicet. Lobato es historiadora social, docente de la UBA y autora de estudios sobre la mujer y los trabajadores. Suriano, también historiador social, es un experto en el pasado del anarquismo.

"El documento no es una crítica al Gobierno, sino a un acto concreto, que afecta a la profesión, a la historia como campo de conocimiento", explicó la investigadora, al referirse a "una disciplina dinámica que en los últimos 30 años se renovó y aggiornó, y que responde a los cánones historiográficos de todo el mundo".

El investigador Cavarozzi explicó que la creación del instituto "muestra una visión que no tolera las manifestaciones de las escuelas académicas serias, críticas y sistemáticas" y observó que "ni siquiera se propone hacer revisionismo".

Dijo, al respecto, que "en todos los países de la región se analizan historias comparables para atender las discrepancias entre figuras de la historia, pero no se potencia la confrontación presentándolas como blanco o negro". Coincidió con Palermo en que "lo más preocupante es que aparece patrocinado por el Estado".

DIXIT

"No es una crítica al Gobierno, pero sí a una acción concreta, que afecta a la historia como campo de conocimiento."

HILDA SÁBATO
Historiadora.

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Polémico instituto de revisión de la historia argentina

Polémico instituto / Al rescate de lo "nacional y popular"
Polémico instituto de revisión de la historia

Buscará rescatar lo "nacional y popular"

El mundo académico argentino acaba de ingresar en una fuerte polémica sobre el nuevo relato histórico que se propone instaurar el kirchnerismo. Por medio del decreto 1880/2011, firmado por la Presidenta hace diez días, el Gobierno creó el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, que se propone reescribir la historia argentina a través de algunos de los grandes personajes del pasado.

El instituto es dirigido por el ensayista Mario "Pacho" O'Donnell, ex funcionario radical y ex embajador durante la presidencia de Carlos Menem, y, entre otras cosas, tendrá la intención de "profundizar el conocimiento de la vida y obra de los mayores exponentes del ideario nacional, popular, federalista e iberoamericano", tal como lo señalan los fundamentos del decreto presidencial. Se mencionan personajes a reestudiar, como San Martín, Güemes, Artigas, Chacho Peñaloza y Facundo Quiroga, entre muchos otros.

La medida de Cristina Kirchner provocó ya una fuerte polémica entre reconocidos historiadores, que cuestionan por lo menos tres puntos de la iniciativa. Advierten con preocupación que la tarea estará a cargo de divulgadores de la historia y no de científicos reconocidos en la materia. Señalan además que se ignora aún si el objetivo real no será incorporar estos nuevos relatos históricos en los programas de las escuelas secundarias. Y alertan, en consecuencia, sobre la posibilidad de que esta operación impulsada por la Casa Rosada tenga como meta la instauración de un "pensamiento único" del pasado.

El presidente del instituto les restó importancia a los cuestionamientos y dijo que no se pretende hacer "un texto que se estudie en los colegios". Entonces, ¿qué se busca, es una provocación? "Para nada -dijo O'Donnell, que participa en televisión de campañas publicitarias del Gobierno-. Esta es una corriente que trata acerca de una manera diferente de ver la historia." Explicó que la finalidad del instituto será promover, mediante becas, la investigación, el estudio y la difusión de "otra" historia. "Es una manera distinta de ver la historia, porque los hechos existen, están en el rango de lo objetivo, y después viene la interpretación de las circunstancias. El llamado revisionismo histórico está muy cerca del peronismo. Hay dos movimientos que anticipan al peronismo: el revisionismo histórico y Forja; las grandes figuras, los antecesores, son Saldías, Ibarguren y, ya más cerca, Jauretche, Rosa, Abelardo Ramos..."

Antiliberal

O'Donnell no niega que el actual revisionismo pueda ser concebido como una contracara del liberalismo: "Es verdad que la palabra revisionismo parece definir lo contrario de lo liberal; por eso, yo le hubiera puesto el título de Instituto de Historia Nacional, Popular y Federalista".

LA NACION quiso saber por qué historiadores de la talla de Tulio Halperín Donghi o Norberto Galasso no fueron convocados. "A Galasso lo invitamos, pero él tiene un costado más marxista y no aceptó. En cuanto a Tulio, representa todo aquello con lo que nosotros disentimos", dijo O'Donnell. En su opinión, la historia de Mitre no será cuestionada. "Yo soy un revisionista que nunca ha hecho antimitrismo. Hay una interpretación malévola, porque se piensa que este instituto ha sido legitimado para servir y venerar a Néstor [Kirchner]. Y no es así. Por otra parte, no se puede ocultar que Cristina Kirchner sabe mucho de historia y su orientación es revisionista", dijo.

Sorpresa y estupor fue lo que causó entre la mayoría de los historiadores la creación del instituto. También hubo un cierto regodeo entre aquellos peronistas atávicos y jauretchistas, ávidos de más liturgia.

"Estoy de acuerdo en que todavía falta una visión más objetiva de nuestra historia, pero leyendo los considerandos y contenidos del decreto, todo indica que se perderá, una vez más, por unos y por otros, la oportunidad de buscar la verdad de nuestra historia", dijo Juan José Llach, ex ministro de Educación y ex viceministro de Economía.

En términos similares se expresó desde Ginebra la historiadora María Sáenz Quesada: "Estoy alejada de las andanzas de nuestros neorrevisionistas y escritores puestos a historiadores. Pero la creación del instituto por decreto, en coincidencia con la conmemoración del Combate de la Vuelta de Obligado, tiene más relación con la política que con la historia, como se ve claramente por la denominación elegida, los objetivos propuestos y la composición de sus integrantes". Para Sáenz Quesada, "en el nuevo Instituto prevalece la antinomia historia popular versus historia elitista, y una idea del revisionismo que viene de los autores que, a partir de 1930, imaginaron la «patria grande» si Rosas no hubiera sido derrotado en Caseros por otros caudillos con una visión distinta del federalismo, como era el caso de Urquiza".

El historiador Luis Alberto Romero también fue muy crítico respecto de la creación del instituto. "El Estado asume como doctrina oficial la versión revisionista del pasado. Descalifica a los historiadores formados en sus universidades y encomienda el esclarecimiento de la «verdad histórica» a un grupo de personas carentes de calificaciones. El instituto deberá inculcar esa «verdad» con métodos que recuerdan a las prácticas totalitarias. Palabras, quizá, pero luego vienen los hechos", expresó Romero.

También la ensayista Beatriz Sarlo puso en duda el verdadero objetivo del nuevo instituto (ver aparte).

Los historiadores Mirta Zaida Lobato, Hilda Sábato y Juan Suriano emitieron, por su parte, un comunicado con duros párrafos hacia los intentos oficiales de redefinir la historia. "El decreto pone al desnudo un absoluto desconocimiento y una desvalorización prejuiciosa de la amplia producción historiográfica que se realiza en el marco de las instituciones científicas del país -universidades y organismos dependientes de Conicet, entre otras- donde trabajan cientos de investigadores en historia, siguiendo las pautas que impone esa disciplina científica pero a la vez respondiendo a perspectivas teóricas y metodológicas diversas", señalaron los tres historiadores.

La metodología

Además, objetaron la metodología: "El enfoque maniqueo que el instituto adopta no admite la duda y la interrogación, que constituyen las bases para construir, sí, saber científico". Para Sábato, Suriano y Lobato, "a través de esta medida, el Gobierno revela su voluntad de imponer una forma de hacer historia que responda a una sola perspectiva; se desconoce así no solamente cómo funciona esta disciplina científica, sino también un principio crucial para una sociedad democrática: la vigencia de una pluralidad de interpretaciones sobre su pasado". A su vez, advirtieron que "se avanza hacia la imposición del pensamiento único, una verdadera historia oficial".

O'Donnell lo niega. "La historia oficial nace de ese personaje maravilloso que es Mitre. Alberdi puede ser considerado un precursor del revisionismo por la oposición que tenía con Mitre y Sarmiento, que fue el ideólogo del proyecto oligárquico porteño, cuyas consecuencias hoy sufrimos".

Eduardo Sacheri, novelista y profesor de historia, tiene su propia visión como docente. "En las últimas décadas en las universidades argentinas se ha trabajado mucho en historia, con criterio científico, y se ha tendido a superar los énfasis polémicos. Y me parece que no es una buena hipótesis de investigación partir de categorías como la defensa del ideario nacional y popular ante el embate liberal y extranjerizante, como dice el decreto, ni aludir a próceres".

EN VOZ ALTA

"Este instituto es una corriente que trata acerca de una manera diferente de ver la historia. No se pretende hacer textos para los colegios"
MARIO "PACHO" O'DONNELL
Presidente del Instituto Revisionista

"El instituto, en coincidencia con la conmemoración de la Vuelta de Obligado, tiene más relación con la política que con la historia "
MARÍA SÁENZ QUESADA. Historiadora

"El Estado asume como doctrina oficial la versión revisionista del pasado y descalifica a los historiadores formados"
LUIS ALBERTO ROMERO. Historiador

"No es bueno partir de categorías como la defensa del ideario nacional y popular ante el embate liberal y extranjerizante"
EDUARDO SACHERI. Historiador y novelista .

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24/10/11

Al final CFK saco un 54%...y Binner quedo 2º.

Las elecciones 2011 bajo la lupa de la historia: récords y perlitas
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Cristina podría marcar un hito en porcentaje de votos desde el regreso de la democracia; curiosidades y datos relevantes aportados por historiadores consultados por LA NACION
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Las primarias le quitaron suspenso y bajaron la temperatura de la campaña. Que algunos candidatos opositores se hayan reconocido perdedores, reforzó ese clima. El domingo, la mayoría de los argentinos irá a votar con la confianza de conocer el ganador, y eso hace de estas elecciones un evento particular.
Cristina Kirchner podría conseguir el mayor porcentaje de votos desde el retorno democrático. Incluso, según las proyecciones, cabe la posibilidad de que marque un hito sin precedentes en la Argentina, resaltado por los historiadores consultados por LA NACION: que consiga la mayor distancia con respecto a la segunda fuerza. En ese lugar se perfila Hermes Binner.

"Históricamente la oposición se aglutinó en una primera minoría", señaló Luis Alberto Romero al reflexionar sobre el siglo que está por cumplirse desde la Ley Sáenz Peña. Su colega de la Universidad de Buenos Aires, Luciano De Privitellio destacó que no recuerda una oposición "tan débil y fragmentada".
No es tan novedosa en cambio la cifra que, probablemente, consiga la Presidenta, que podría superar con comodidad el 50%. Hipólito Yrigoyen en 1928 y Juan Domingo Perón lograron más del 60% de los votos en las urnas. "Los ejemplos que tuvimos de gobiernos plebiscitados, no terminaron bien. En cambio, el empezar con cifras moderadas, como le ocurrió a Carlos Menem y a Néstor Kirchner, resultó una buena plataforma para fortalecerse", remarcó la historiadora María Sáenz Quesada.

Una marca aparte fue mencionada por el historiador de la Universidad Di Tella, Fernando Rochi, quien recordó que nunca el peronismo logró tres períodos consecutivos. Es algo que sí consiguió la UCR, que aparentemente esta vez será superada de manera inédita por un socialista.

A continuación, los récords y curiosidades que podrían dejar estas elecciones en los libros de Historia.

  • Todo dicho. "Lo más curioso es ir a votar conociendo el resultado. Las primarias perdieron su naturaleza de internas y se convirtieron en un pronóstico. Eso hace que lo que caracteriza a una elección, que es la imprevisibilidad, esté ausente y ya hablemos de las elecciones para adelante", fue la primera observación realizada por Romero.

  • ¿Récord desde el retorno democrático? Todo indica que Cristina superará su marca de las primarias (50,24%) pero aún queda la incógnita sobre si obtendrá la mayor cifra desde el regreso de la democracia: Alfonsín había sacado el 51,7% de los votos. Los otros presidentes que consiguieron un resultado por encima de los 50 puntos fueron Hipólito Yrigoyen en 1928 (57,4%) y Perón en 1946 (52,4), en 1951 (62,5%) y en 1973 (61,8%).

  • El arco opositor, muy lejos. Los especialistas coincidieron que la gran novedad podría radicar en la distancia que Cristina le saque al segundo. "Los radicales en general mantuvieron pisos por encima de los 25 puntos y los peronistas, aún cuando ganó la UCR, de 40 puntos", recordó Rochi. De Privitellio resaltó lo llamativo que resulta "lo fragmentado que hoy se encuentra el arco opositor" y dijo que a lo sumo es comparable a las elecciones de 1963, cuando resultó electo Arturo Illia.

  • Socialistas segundos y por encima del radicalismo. La performance prevista para Binner, "rompe el tradicional sistema bipartidista", indicó Rochi. "Ya resultó novedoso que consiguiera un gobierno provincial en Santa Fe. Que se ubique como posible principal oposición nacional sería un nuevo paso", agregó. La única vez que el socialismo logró semejante fuerza fue en 1931, cuando la Alianza encabezada por Lisandro de la Torre quedó segunda con más de 30 puntos. "Hay que tener en cuenta que en esa oportunidad los radicales se abstuvieron de participar", recordó Romero.

  • Peronismo por tres. De concretarse las estimaciones, sería la primera vez que el peronismo consiga tres períodos consecutivos. Vale aclarar que tanto en 1955 como en 1976, los gobiernos peronistas fueron interrumpidos por golpes militares. Desde el regreso de la democracia, predominó la alternancia entre los gobiernos radicales y los peronistas. El radicalismo había conseguido esa continuidad entre 1916 y 1931. "Resulta difícil pensar qué hubiera ocurrido de no ser por las interrupciones a la democracia, en la segunda presidencia de Perón todo indicaba que había consenso para una continuidad", apuntó Rochi. "Yo minimizo el peso de la Alianza porque por entonces los gobiernos provinciales se mantuvieron peronistas. Creo que en Argentina llevamos 20 largos años de peronismo", opinó Romero.

  • Campaña fría. Tras las primarias, la campaña bajó varios grados. En los últimos días en sus apariciones mediáticas algunos candidatos opositores dieron por sentada la victoria de Cristina Kirchner. Incluso destinaron tiempo de sus spots a manifestarse en este sentido, como el caso de Alfonsín que manifestó: "Cristina va a ganar, pero no le creo nada". De Privitellio apuntó: "Las campañas siempre funcionan sobre la premisa de que se puede ganar, alrededor de la ficción de la victoria. En este sentido esta contienda no se compara con nada".

  • La continuidad de los oficialismos. La Casa Rosada no es la única que se encaminaría a la continuidad. En muchas provincias, los gobernadores lograron su reelección (Tierra del Fuego, Misiones, Chaco, Tucumán, La Rioja, Salta) y puede llegar a haber hasta 14 mandatarios reelectos. Lo mismo ocurrió en la Capital Federal con Mauricio Macri. En otros casos, ganaron delfines o aliados de los gobernadores anteriores (Santa Fe, Chubut y Córdoba). La grandes excepciones las constituyen Catamarca y Río Negro. "Lo atribuyo al aparato que se crea, en las provincias", señaló Rochi.

  • La adhesión al poder central. Los historiadores también resaltaron la escasa oposición que encuentra el kirchnerismo en los distritos. "Me hace acordar al siglo XIX, los tiempos de la hegemonía del Partido Autonomista Nacional. Allí encontraremos numerosos similitudes que no son precisamente ejemplo de democracia republicana", reflexionó Sáenz Quesada

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    10/10/11

    El gran futuro del pasado argentino: Entrevista a Tulio Alperín Donghi

    El gran futuro del pasado argentino

    La Academia Nacional de Ciencias trajo a Tulio Alperín Donghi para una celebración del bicentenario del nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento 1811-1888 y fue una gran oportunidad para encontrar respuestas al pasado y al futuro con el historiador.

    A menudo es descripto como el “historiador argentino contemporáneo más prolífico e influyente”, pero él reniega de ambos calificativos. Tulio Halperin Donghi nació en Buenos Aires en 1926 y se dispone a cumplir 85 en California, donde reside desde 1972. Desde entonces ejerce la docencia y la investigación en el Departamento de Historia de la Universidad de Berkeley.

    Tulio Alperín Donghi

    Doctor en Historia y en Derecho, egresado de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), Halperin Donghi desarrolló una conspicua carrera académica entre 1955 y 1966. Pero es uno de los tantos científicos e intelectuales emigrados tras la “Noche de los Bastones Largos”, mote que designa a la violenta intervención de la UBA, en julio de 1966 y durante el gobierno de facto del general Juan Carlos Onganía.

    Alguna vez se propuso volver, pero terminó quedándose en el exterior. Esto le ha valido no pocas críticas, ácidas o socarronas, por parte de historiadores de corrientes adversas. “No voy a hablar de eso”, se ataja Halperin, cuando se le menciona la línea “nacional y popular” y a un conspicuo referente, Norberto Galasso. Aún así, y al igual que en otras entrevistas, en la que concedió a este diario volvió a despacharse contra el “revisionismo histórico”. Una escuela que, a su juicio, “no aportó nada” a la comprensión de los procesos que forjaron esta nación.
    Para Halperin Donghi, el presente es parte de la historia. Esta concepción hace que su charla sea tan atrevida como interesante. También se diferencia de quienes prefieren estudiar el pasado y cuanto más remoto, mejor. Otra característica suya es la resistencia a abrir juicios de valor sobre los próceres. Por el contrario, Halperin encuentra muy enriquecedoras sus contradicciones y contrapuntos, del tipo de los que se suscitaron entre personalidades disímiles y coetáneas, como Sarmiento (1811-1888) y Bartolomé Mitre (1821-1906).

    Siempre hubo dos visiones de la Argentina, y no necesariamente opuestas. No le gusta endilgarle a Mitre toda la responsabilidad del “modelo agroexportador”, aunque reconoce que el esquema se mantiene más allá de lo esperable, y deseable. Tras la debacle hemisférica de 1929, con la estrepitosa caída de Wall Street, Argentina empezó a tener “un gran futuro en su pasado”, sostiene Halperin Donghi. Sin embargo, ese pasado se reproduce cíclicamente, milagrosamente. Ni siquiera Juan Domingo Perón y sus continuadores, incluyendo a la actual presidenta, Cristina Fernández, han logrado sustraerse a la exportación de recursos primarios como sustento de la economía.

    En cambio, por el lado social, las duras experiencias parecen haber de­salentado definitivamente la costumbre de apelar a los cuarteles para “recomponer el orden”. Lo cual no significa que hayamos logrado establecer una instancia de autoridad que logre resolver los conflictos.

    Tácitamente, Halperin Donghi parece compartir con Sarmiento esa visión desalentadora de la argentinidad. Pero, al igual que el sanjuanino, no cree que sea óbice para pensar, trabajar y soñar por una Argentina mejor. Todo lo contrario.

    Argentina y el generalato

    –El peronismo, ¿es el movimiento político que mejor representa o se adecua a nuestro temperamento? Que lo haya fundado un general, ¿es pura coincidencia?

    –Repasemos el surgimiento del peronismo. Parecía una respuesta lógica, pero transitoria, a cuestiones de largo arrastre. Terminó siendo un punto de inflexión cuyos efectos no sólo perduran, sino que se intensifican con el tiempo. Uno tiende a creer que el problema del país “es” el peronismo, pero no es así. Tampoco comenzó con éste. Ciertos rasgos vienen de muy atrás. Me gusta ilustrarlos con una anécdota de Sarmiento, que aparece en sus Papeles del Presidente (1868-1874). Tras asumir la primera magistratura, Sarmiento cruza la calle en dirección al despacho presidencial (quedaba en la Oficina de Correos; la Casa Rosada se construyó recién en 1880). Lo acompaña su predecesor, el general Bartolomé Mitre. Cuando llegan al despacho, lo encuentran ocupado por una muchedumbre que se había autoinvitado. A Sarmiento, que tenía un sentido muy chileno de la autoridad, lo embarga una furia impotente. “Al presidente de Chile no le pasarían estas cosas …”, rezonga. Mitre, sin mediar palabra, se sube a una mesa, comienza a hacer chistes y finalmente los saca a todos del recinto.

    –¿Significa que sólo un militar sabía manejar a las masas?

    – Yo no hago ese tipo de consideraciones. Un siglo después, ocurrió algo distinto, pero parecido. En 1973, el general (Alejandro Agustín) Lanusse, todo un caballero, se dirigía a la Casa Rosada acompañando a su sucesor y flamante mandatario electo, Héctor Cámpora. Mientras caminaba, Lanusse recibía insultos y escupidas en la espalda. Sin inmutarse, le dice a Cámpora: “Siento tanto, doctor, que con todo este ajetreo no he podido saludar a su señora”. A lo cual éste, con su mejor tono versallesco, le responde: “Enseguida se la presento, general”. Y lo hace.

    Mitre-Roca-Justo-Perón

    –Hasta la última e infausta dictadura, un uniforme era garantía de orden en el imaginario argentino...

    –Hay una tradición, que comienza con Mitre (1862-68) y se continúa con los generales Julio A. Roca (1880-86), Agustín P. Justo (1932-38) y Juan Domingo Perón (1946-55). Es la línea Mitre-Roca-Justo-Perón. El “eje San Martín-Rosas-Perón” también se compone de tres brigadieres, pero responde a una versión ideológica de la historia, que intenta encontrar a los “culpables”. A buenos y malos. La historia tiene protagonistas, hacedores, circunstancias, etcétera, pero no culpables. Volviendo a Mitre, este inventó tres grandes momentos de la historia nacional: Moreno, Rivadavia … y él. No lo decía, pero era obvio que se incluía. El periodista Nicolás Calvo se lo hizo notar y quiso saber con cuál se identificaba, dado que Moreno y Rivadavia representaron posiciones antagónicas, pero no le fue muy bien que digamos.

    –Las crisis cíclicas, ¿no acabarán nunca? ¿Es una falla de la dirigencia, que empieza en la época de la colonia?

    –Recordemos que el primer Senado argentino (reunido en Paraná, Entre Ríos, 1854) fue una verdadera caja de sorpresas. Estaba compuesto por personalidades completamente disímiles. Nadie sabe cómo hicieron para disciplinarlos. La dirigencia argentina también es parte de una tradición. La forma de resolver los conflictos de la élite colonial, disputando constantemente la preferencia del soberano, era no resolverlos. Nunca se cerraban en una derrota, o en un triunfo definitivos. A su vez, la situación de conflicto constante le convenía al soberano. De ahí pasamos a la Junta de Mayo, que empezó fusilando a sus enemigos, una modalidad que ya habían empleado los realistas en el Alto Perú. Córdoba es un ejemplo bien claro de ello… (alusión a la matanza de Cruz Alta, donde Liniers, Gutiérrez de la Concha, Allende, Moreno y Rodríguez fueron arcabuceados por ser contrarrevolucionarios, en agosto de 1810).

    –La indisciplina y la incapacidad negociadora, ¿están en nuestros genes?

    –Sigue faltando una instancia que encauce los conflictos. Eso se nota a simple vista. También, y a diferencia de otros pueblos, acá nunca hubo autodisciplina. Se intentó, pero no se logró. La pena de muerte existía y figuraba en el Código Militar, pero nunca se aplicaba oficialmente. Estando en la cárcel, Mitre escribe el prólogo a su memorable Historia de Belgrano . Ese prólogo es un himno, y su autor hace gala de una gran serenidad al escribirlo. Mitre sabía perfectamente que no iba a morir fusilado.

    Divina providencia

    –Todo indica que siempre hemos confiado en la buena suerte …

    –Desde sus comienzos, la historia argentina ha sido muy poco edificante. Pero las situaciones actuales son cada vez más críticas. Desde 1930 en adelante, Argentina tuvo un gran futuro en su pasado. A principios del siglo 20, el positivista José Ingenieros (1877-1925), que tenía gran admiración por Sarmiento, sostenía que la lucha entre los imperialismos del Hemisferio Norte favorecería a la Argentina y a Australia. No tenía la menor idea de cómo era Australia, sólo la había visto en el mapa. Dentro de ese esquema, la Argentina sería una gran proveedora de los productos primarios que el mundo industrializado necesitaba. La idea del “granero del mundo” no nos abandonaría jamás, y no creo que eso sea positivo. Bartolomé Mitre ayudó a cimentar ese concepto de país. El problema es que no lo veía como algo transitorio, sino perdurable. Pero no estuvo solo, en eso; las circunstancias lo acompañaron. Hoy en día, sin ir más lejos, reapareció la “Providencia” que invocaba Mitre.

    –Entonces, lo de “Argentina potencia”, ¿no fue un invento de Perón?

    –¡Todo el mundo hablaba de la “Argentina potencia”! Lo grave es no querer claudicar de ese concepto. Lo que agudiza el conflicto, en los últimos tramos de nuestra vida política, es la pérdida de posición en un país que no se contenta con no ser una potencia. El revisionismo histórico acentuó el problema al buscar víctimas y culpables. En los hechos, hubo una sucesión de coyunturas favorecedoras. Mitre decía que Argentina surgió en un “momento providencial”. Hace un par de décadas, los neoliberales celebraban la “mano invisible”, que beneficiaba a la economía de mercado. Hoy, 80 años después de Ingenieros, la Argentina vuelve a estar como éste predijo (aunque el mérito no es de Ingenieros, claro está). No es que Argentina ocupe una posición relevante dentro de los países emergentes. Ni que el Norte esté en ruinas o Australia sea un serio rival, sino que el panorama mundial vuelve a favorecer al sector primario en términos de intercambio comercial. Específicamente, al productor de soja. Ese es todo el “secreto” de la bonanza actual. El problema es que abordamos esta coyuntura con una cultura totalmente distinta. El peso de esa incultura puede tornar las cosas aún más difíciles.

    –Volviendo al principio, ¿de dónde sale la idea, tan encarnada, de que el peronismo es el único garante de estabilidad política?

    –Dada mi edad, a esta altura sólo me gustaría que esto tenga un final tranquilo. Pero lo dudo. En principio, la idea de que sólo el peronismo es viable en este país parece incólume. Lo mismo ocurre con el modelo agroexportador. Pero no sé si es solamente una “percepción”. El peronismo no garantiza la estabilidad. El peronismo decide si tenemos estabilidad o no.

    –¿Somos gente de derecha que reniega asumirse como tal?


    –Las categorías derecha e izquierda ya no alcanzan para calificar los procesos políticos, o las ideologías. Aún así, no diría que somos de derecha. Somos un país extremadamente conservador. Cada uno se sienta sobre lo que tiene y no lo larga. A la vez, somos conservadores porque somos tremendamente desconfiados. La desconfianza es la base del conservadurismo. En nuestra conversación previa, usted mencionó la frase de George Santayana “los pueblos que no aprenden de su pasado, están condenados a repetirlo”, y yo le pedí que habláramos de otra cosa. No me gustan las frases rimbombantes. Pero algo de eso, hay. Una característica de Argentina es no tener en cuenta el patrimonio heredado. Recomienza volviendo siempre a lo mismo. Recuerdo perfectamente cuando cayeron los militares, que varios conocidos míos se preguntaban: “¿Se puede saber qué ganamos con (la política de José Alfredo) Martínez de Hoz?”. Pues estaba bien a la vista. Se hacían esta pregunta en medio de los “gadgets” adquiridos en ese momento: televisores, microondas, secarropas y cuanta maquinita japonesa estaba disponible en el mercado. Antes había pasado lo mismo, con la prosperidad que deparó el primer peronismo, que llenó las calles y las casas de motonetas y licuadoras. No hace tanto, fue la época de (Domingo) Cavallo y el uno a uno. Todo esto es parte de nuestro legado histórico. Todas esas pertenencias nos han costado un precio, y no sólo el visible. Ah… ya que estamos, digamos que Miami otra vez está muy barato (risas).

    Abismos morales

     –La economía ¿es el auténtico motor de la historia?

    –Las necesidades económicas han sido y son un factor imperioso. Es lógico que la gente luche por lograr conquistas económicas. Pero la moral colectiva ha cambiado tanto. Al estudiar los acontecimientos, no se pueden dejar de lado los indicadores sociales. Por ejemplo, ahí están los sheriffs estadounidenses (aquellos alguaciles austeros e irreprochables de las películas de cowboys)… Hoy tienen soberbias piscinas voladas y climatizadas, producto del narcotráfico, of course . ¿De qué otro lado puede salir tanta plata?

    –¡Qué diría Sarmiento si pudiera ver al actual Estados Unidos!

    –Por suerte, Sarmiento es totalmente imprevisible. Aun muerto, sigue siendo imprevisible. De todos modos, es muy común, entre nosotros, tener una visión idealizada de otras sociedades, en particular de las sajonas. Sarmiento estaba muy descontento con Argentina y tenía una visión muy idílica de los EE.UU., al que representaba como un país bucólico, de granjas familiares… Era un convencido de que la Argentina tenía que ser el equivalente austral de esos Estados Unidos idealizados. En cambio, mire usted, Mitre era más realista y más positivo con respecto al país. Siempre le decía (a Sarmiento), “cada cosa a su tiempo”. Y le recordaba que a la verdadera Conquista del Desierto la habían hecho las vacas. Sarmiento se espantaba de sus comparaciones poéticas, porque eran muy prosaicas. Mitre sostenía que la base de la prosperidad era “la civilización avanzando en cuatro patas”.

    –Mientras tanto, Argentina se mantiene y hasta parece que prospera…


    –Desde siempre, los visitantes extranjeros se han asombrado de que este país pudiera prosperar con la dirigencia que tiene. Decían: “La Argentina crece de noche, cuando sus gobernantes duermen”. Eso no parece haber cambiado. Pero siempre hay que preguntarse de dónde salen, los gobernantes.

    Mi Fuente

    8/10/11

    El pasado, el día de hoy!: Retro live streaming

    El pasado revive en la Web. Se trata de la tendencias de narrar en el marco de las redes sociales acontecimientos históricos como si estuviesen ocurriendo ahora mismo.

    No se trata de googlear un hecho histórico para encontrar información acerca de él; tampoco se hace referencia a una actualización de datos en Wikipedia para que otros puedan consultarlos. Hablamos de una modalidad que se impone en la Web y que se asemeja a aquellos cuentos de los abuelos, quienes en primerísima persona relatan hechos acontecidos en el pasado, y lo hacen con tal vividez que éstos parecieran estar ocurriendo en el presente. Ahora, en vez de ello, quien cuenta la historia es un usuario de una de las redes sociales del siglo XXI.

    La experiencia llamada "retro live streaming" se hizo popular cuando Alwyn Collinson, un estudiante de historia, comenzó a contar en tiempo cronológicamente el día a día de la Segunda Guerra Mundial que comenzó en el año 1939. Apoyado por un caudal de información como imágenes, videos originales, informes de época, y documentos radiofónicos; el pequeño investigador de 24 años publicó más de trescientos twitteos. La particularidad: Collinson no hablaba en pasado, sino que lo hacía como si todo aquello estuviese ocurriendo allí afuera.

    Un 31 de agosto, por ejemplo, posteó ?Alemania moviliza sus tropas y la madrugada del día siguiente ya se encuentra en la frontera polaca?, claro que eso mismo ocurrió en esa fecha pero setenta y dos años atrás. También cuenta en 140 caracteres situaciones muy precisas que nos permiten fantasear con que realmente existía la herramienta tecnológica entonces, o que lo de aquel momento transcurre ahora. ¿Confuso? Pues no tanto.

    Por el contrario, según la publicación ABC, este fenómeno que se lo llamó ''Twitter novela histórica'', resulta más educativo de lo que parece y se apoya en una de las herramientas más utilizadas actualmente. Casi como un juego, la historia es contada y revivida por miles de personas que esperan atentos los acontecimientos. En una entrevista, Collinson asegura al respecto que no adelantará nada del resultado de la Guerra y que espera poder contarla durante el transcurso de los años con la misma precisión.

    La modalidad no es una absoluta novedad ya que existe el caso de un veterano de la Primera Guerra Mundial que con la ayuda de su nieto publicó en un blog las cartas que enviaba durante la Guerra. Esta singular manera de transmitir la historia permite que los lectores revivan el pasado en detalle, sientan algo similar a lo que sucedía entonces y estén en contacto con un valioso material histórico.

    La Fuente

    5/10/11

    Un software capaz de armar un árbol genealógico de hasta 20 generaciones pasadas

    Interesante noticia para los que se ocupan de la Geneologia (o la consideran):

    Hay software capaz de armar un árbol genealógico de hasta 20 generaciones pasadas

    Se llama HAPAA y tiene la capacidad de retroceder hasta 20 generaciones para conocer el linaje de una persona y reconstruir su árbol genealógico. 

    Pero no se trata sólo de eso, de un árbol común y cualquiera que ya otros programas de computación pueden (mejor o peor) ir armando, sino de mucho más.

    Lo que define a HAPAA es que está alimentado por un algoritmo tan eficiente como para comparar la información genética de un individuo con la información genética de un conjunto de individuos incluidos en una base de datos creada especialmente.

    De hecho, se lo considera algo especial: un software de análisis genómico, y su nombre deriva de una palabra hawaiana, Hapa, utilizada para describir a alguien que ha perdido sus ancestros.

    El desarrollo original es de expertos informáticos de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) que, a diferencia de otros métodos, puede desentrañar el complicado pasado de cualquier persona.

    Retrocediendo 20 generaciones, el software identifica de qué región o continente eran los ancestros de alguien. Si retrocede sólo 10 generaciones, puede ser todavía más certero, siendo capaz de hacer distinciones tan precisas como el acervo genético de grupos de poblaciones muy cercanas (hipotéticamente, puede diferenciar los griegos de los italianos o los rusos de los alemanes) .

    Lo que hace el software es comparar un individuo con todos aquellos que recoge la base de datos HapMap, para ver qué pedazos genéticos tienen en común. El proyecto que HapMap está desarrollando es un mapa de haplotipos (constitución genética de un cromosoma individual) del genoma humano.

    “Aún si tiene que retroceder hasta 20 generaciones, el software puede trazar las poblaciones de todos esos individuos que están, de hecho, presentes en nuestro genoma”, explica Serafim Batzoglou, profesor asistente de informática en Stanford.

    Dado que la base de datos HapMap sólo es un archivo genético de los ancestros de 270 individuos de Europa Occidental, oeste de África y este de Asia, por el momento el software únicamente puede generar un perfil étnico según estas poblaciones.

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    28/9/11

    Borges y Péron, ¿parientes?

    Según el historiador Ignacio Cloppet tuvieron un antepasado en común que vivió en el siglo XVIII en la ciudad de Rosario:

    Borges era tio de Péron
    Un historiador revela los vínculos de sangre entre el célebre escritor y el ex presidente.

    Borges y Péron respectivamente.
    Adoptando una de las célebres frases de Jorge Luis Borges, la historia argentina puede decir que al escritor y a Juan Domingo Perón no los unió el amor ni el espanto. Pero ahora comprueban que la sangre es lo que unía a estos dos hombres, considerados entre los más influyentes de la historia argentina en el siglo XX.

    Según un libro lanzado recientemente, titulado Eva Duarte y Juan Perón: la cuna materna, y escrito por el historiador Ignacio Cloppet, el escritor y el presidente compartieron un antepasado en común, que vivió en el siglo XVIII.

    En el apartado subtitulado “Perón y Evita descienden de conquistadores. El Parentesco de Borges y Perón”, Cloppet asegura que el escritor y el general descienden del Maestre de Campo don Pedro Pascual de Acevedo, “quien pobló de descendientes la pampa santafesina y bonaerense y uno de los primeros habitantes de Rosario”, por entonces la capital económica de la provincia de Santa Fe.
    El prolífico terrateniente tuvo dos esposas. De los hijos de la primera, doña Estefanía de Obelar, desciende Perón (1895-1974), mientras que Borges (1899-1986) desciende de los hijos de su segunda mujer, doña Tomasa Benítez. Entre los descendientes de Acevedo figuran también los presidentes Luis Sáenz Peña (1892-95) y Roque Sáenz Peña (1910-1914).

    “Borges tenía una diferencia de cinco generaciones con aquel terrateniente, mientras que Perón tenía ocho, de modo que el escritor era un tío lejano del presidente y general”, asegura el historiador, mientras aclara: “Yo no intento conciliarlos. Lo que digo es que tenían un tronco en común, una misma sangre”.

    Borges no sentía estima por los partidarios del general Perón, cuyo mandato recordó siempre como “los años de oprobio”. Admitía que los peronistas “no son ni buenos, ni malos… sino incorregibles”, y advertía en Perón un “hombre capaz de todos los males”.

    Se dice que estando ya ciego, un joven se ofreció a ayudarlo a cruzar una avenida y a mitad de camino le dijo: “Disculpe maestro, pero le tengo que decir... soy peronista”. Borges sonrió diciendo: “¡No se preocupe!, yo también soy ciego”.

    El desprecio era recíproco: con la llegada del peronismo al poder, en 1946, Borges fue obligado a renunciar a su empleo como bibliotecario y tomar el degradante puesto de “inspector de mercados de aves de corral” por el gobierno.

    Según Cloppet, Borges tenía ciertas sospechas sobre su parentesco con Perón. Por eso, cuando se enteró que su sobrino Miguel de Torre Borges investigaba su genealogía, le pidió que no indagara demasiado: “No siga moviendo el árbol genealógico, no vaya a ser cosa que seamos parientes de Perón”.

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    13/1/11

    Mitos y Realidades de las Cruzadas (1095-1291 d.C.)

    Mapa acerca de las Cruzadas y de las ordenes de caballeros (en Francés)
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    Thomas Madden es un historiador estadounidense que recientemente, mediante la publicación de su libro Mitos de las Cruzadas (2002), busca desenmascarar los mitos de las Cruzadas.
    Siendo que es un acontecer historico que me resulta apasionante en lo personal (tanto por su relevancia en la historia como por mi propia fe cristiana) quiero compartir con ustedes esta reciente investigación al respecto.

    "Los cruzados no eran ávidos depredadores o colonizadores medievales, como afirman algunos libros de historia" es la aseveración del experto al concluir un estudio con nuevas revelaciones.

    Thomas Madden, profesor asociado de la Facultad de Historia de la Universidad de San Luis (Estados Unidos) y autor de «A Concise History of the Crusades» («Breve Historia de las Cruzadas»), sostiene que los cruzados representaban una fuerza defensiva que no aprovechaba las propias empresas para ganar con ello riquezas terrenas o territorios.

    Entonces veamos: ¿Cuáles son los errores historiográficos más comunes sobre las cruzadas y sobre los cruzados?

    Algunos de los mitos más comunes y las razones de su falta de fundamento son los siguientes, según este Historiador:

    Mito número 1:

    Las cruzadas eran guerras de agresión no provocadas contra un mundo musulmán pacífico.

    Esta afirmación es completamente errónea. Desde los tiempos de Mahoma, los musulmanes habían intentado conquistar el mundo cristiano. E incluso habían obtenido éxitos notables. Tras varios siglos de continuas conquistas, los ejércitos musulmanes dominaban todo el norte de África, Oriente Medio, Asia Menor y gran parte de España.

    En otras palabras, a finales del siglo XI, las fuerzas islámicas habían conquistado dos terceras partes del mundo cristiano. Palestina, la tierra de Jesucristo; Egipto, donde nace el cristianismo monástico; Asia Menor, donde san Pablo había plantado las semillas de las primeras comunidades cristianas. Estos lugares no estaban en la periferia de la cristiandad sino que eran su verdadero centro.

    Y los imperios musulmanes no acababan allí. Siguieron expandiéndose hacia Occidente, hacia Constantinopla y más allá llegando hasta los mismos confines de Europa. Las agresiones provenían por tanto de la parte musulmana. Llegados a un cierto punto, la parte que quedaba del mundo cristiano no tenía más remedio que defenderse, si no quería sucumbir bajo la conquista islámica.

    Mito número 2:

    Los cruzados llevaban crucifijos pero lo único que les interesaba era conquistar riquezas y tierras. Sus intenciones piadosas eran sólo una cobertura bajo la que se escondía una avidez rapaz.

    Hace tiempo, los historiadores afirmaban que en Europa se había producido un aumento demográfico que llevó a un número excesivo de nobles segundones, adiestrados en las artes de la guerra caballeresca pero privados de la herencia de tierras feudales. Las cruzadas por tanto eran vistas como una válvula de escape que impulsaba a estos hombres guerreros a salir de Europa, hacia tierras por conquistar a expensas de otros.

    La historiografía moderna, con la ayuda de la llegada de las bases de datos computerizadas, ha destruido este mito. Hoy sabemos que eran más bien los primogénitos de Europa los que respondieron al llamamiento del Papa en 1095 y a la consiguiente Cruzada.

    Ir a una cruzada era una operación muy costosa. Los señores se veían obligados a vender o hipotecar las propias tierras para conseguir los fondos necesarios. Muchos de ellos, además, no tenían interés en constituir un reino de ultramar. Más o menos como los soldados de hoy, los cruzados medievales se sentían orgullosos de cumplir con su deber, pero al mismo tiempo deseaban volver a casa.

    Tras los éxitos espectaculares de la primera cruzada, con la conquista de Jerusalén y de gran parte de Palestina, prácticamente todos los cruzados volvieron a casa. Sólo una mínima parte se quedó para consolidar y gobernar los nuevos territorios.

    Asimismo el botín era escaso. Aunque los cruzados hubieran soñado con grandes riquezas en las opulentas ciudades orientales, prácticamente casi ninguno logró ni siquiera recuperar los gastos. Sin embargo, el dinero y la tierra no eran el motivo para lanzarse a la aventura de una cruzada. Iban a expiar los pecados y ganarse la salvación mediante las buenas obras en una tierra lejana.

    Afrontaban gastos y fatigas porque creían que, yendo a socorrer a sus hermanas y hermanos cristianos en Oriente, habrían acumulado riquezas donde ni el orín ni la polilla las corroen.

    Eran bien conscientes de la exhortación de Cristo, según la cual, quien no toma su cruz no es digno de Él. Recordaban también que «nadie tiene un amor más grande que quien da la vida por los amigos».

    Mito número 3:

    Cuando los cruzados conquistaron Jerusalén, en 1099, masacraron a todos los hombres, mujeres y niños de la ciudad, hasta inundar las calles de sangre.

    Esta es una de las historias preferidas por quien quiere demostrar la naturaleza malvada de las cruzadas.

    Ciertamente es verdad que muchas personas en Jerusalén encontraron la muerte después que los cruzados conquistaran la ciudad. Pero este aspecto se debe considerar en el contexto histórico.

    El principio moral aceptado en todas las civilizaciones europeas o asiáticas premodernas era que una ciudad que se había resistido a la captura y había sido tomada por la fuerza, pertenecía a los vencedores. Y esto no incluía sólo los edificios y los bienes, sino los habitantes. Por esta razón, cada ciudad o fortaleza tenía que sopesar cuidadosamente si podía permitirse resistir a los sitiadores. Si no, era más sabio negociar los términos de la rendición.

    En el caso de Jerusalén, se intentó la defensa hasta el último momento. Se calculaba que las formidables murallas de la ciudad habrían detenido a los cruzados hasta la llegada de una fuerza proveniente de Egipto. Pero estaban en un error. Y cuando la ciudad cayó, fue saqueada. Se dio muerte a muchos habitantes pero otros muchos fueron rescatados o liberados.

    Según el criterio moderno, esto puede parecer brutal. Pero un caballero medieval podría hacer notar que un número mucho mayor de hombres, mujeres y niños inocentes mueren cada día mediante las modernas técnicas de guerra, comparados con el número de personas que podían caer bajo la espada durante uno o dos días. Hay que observar que en las ciudades musulmanas que se rindieron a los cruzados, la gente no fue atacada. Se incautaban sus propiedades y se les dejaba libres de profesar la propia fe.

    Mito número 4:

    Las cruzadas eran una forma de colonialismo medieval disfrazado con adornos religiosos.

    Es importante recordar que, en la Edad Media, Occidente no era una cultura poderosa y dominante que se aventuraba en una región primitiva y retrasada. En realidad quien era potente, acomodado y opulento era el Oriente musulmán. Europa era el Tercer Mundo.

    Los Estados Cruzados, fundados tras la primera cruzada, no eran nuevos asentamientos de católicos en un mundo musulmán, semejantes a las colonizaciones británicas en América. La presencia católica en los estados cruzados era siempre muy reducida, en general inferior al 10% de la población. Eran gobernantes y magistrados, comerciantes italianos y miembros de las órdenes militares. La gran mayoría de la población de los estados cruzados era musulmana.

    No eran por tanto colonias en el sentido de plantaciones o fábricas, como en el caso de la India. Eran puestos de avanzadilla. La finalidad última de los estados cruzados era defender los santos lugares en Palestina, especialmente Jerusalén, y proporcionar un ambiente seguro para los peregrinos cristianos que visitaban aquellos lugares.

    No había un país de referencia de los Estados cruzados con el que pudieran mantener relaciones económicas, ni los europeos obtenían beneficios económicos de estos estados. Por el contrario, los gastos de las cruzadas para mantener el Oriente latino gravaban fuertemente sobre los recursos europeos. Como posiciones de vanguardia, los Estados cruzados tenían un carácter militar.

    Mientras los musulmanes combatían entre ellos, los estados cruzados estaban a salvo pero, cuando los musulmanes se unieron, fueron capaces de derrumbar las fortificaciones, tomar las ciudades, y en 1291 expulsar completamente a los cristianos.

    Mito número 5:

    Las cruzadas se hicieron también contra los judíos.

    Ningún Papa ha lanzado jamás una cruzada contra los judíos. Durante la primera cruzada, una numerosa banda de malhechores, no pertenecientes al ejército principal, invadieron las ciudades de Renania y decidieron depredar y asesinar a los judíos que allí residían. Esto se produjo en parte por pura avidez y en parte por una errónea concepción por la que los judíos, en cuanto responsables de la crucifixión de Cristo, eran objetivos legítimos de la guerra.

    El Papa Urbano II y los Papas sucesivos condenaron enérgicamente estos ataques contra los judíos. Los obispos locales y los otros eclesiásticos y laicos trataron de defender a los judíos aunque con poco éxito. De modo parecido, durante la fase inicial de la segunda cruzada, un grupo de renegados asesinó a muchos judíos en Alemania, antes de que San Bernardo lograra alcanzarlos y detenerlos.

    Estas desviaciones del movimiento eran un indeseado subproducto del entusiasmo de las cruzadas pero no eran el objetivo de las cruzadas. Para usar una analogía moderna, durante la segunda guerra mundial algunos soldados estadounidenses cometieron crímenes mientras se encontraban en ultramar. Fueron arrestados y castigados por tales crímenes pero el motivo por el que habían entrado en guerra no era el de cometer crímenes.

    Mito número 6:

    Los Cruzados eran tan corruptos y viles que incluso tenían una Cruzada de niños.

    La llamada “Cruzada de los niños” de 1212, no fue ni cruzada, ni ejército de niños. En Alemania hubo una particular muestra de entusiasmo religioso, que llevó a algunos jóvenes, en su mayoría adolescentes, proclamarse ellos mismos cruzados y comenzar una marcha hacia las costas. En el camino se ganaron mucho apoyo popular y no pocos forajidos, ladrones y pordioseros también. El movimiento se fragmentó en Italia y finalmente acabó, cuando, llegados al Mediterráneo, se les hizo imposible cruzarlo. El papa Inocencio III no convocó esta cruzada. En efecto, el papa repetidamente instó a los no combatientes a permanecer en casa, ayudando a la contienda por medio del ayuno, oraciones y limosnas. En este caso, elogió el entusiasmo de los jóvenes que marcharon tan lejos, pero les pidió que regresaran a sus casas.

    Mito número 7:

    El papa Juan Pablo II defendió a las Cruzadas.

    Este en un mito extraño, en vista de que el papa fué muy criticado por no disculparse directamente por las Cruzadas, cuando se disculpó por todos aquellos cristianos que han hecho daño injustamente. Es verdad, Juan Pablo II recientemente se disculpó con los Griegos por el saqueo llevado a cabo en la cuarta Cruzada en Constantinopla, en 1204. Pero el papa Inocencio III, en su tiempo, expresó su aflicción por este acontecimiento. Este también, fué un trágico error en el que Inocencio III hizo todo lo posible por evitarlo.

    Mito número 8:

    Los musulmanes, que recuerdan vívidamente las Cruzadas, tienen una buena razón para detestar al Occidente.

    Realmente el mundo musulmán recuerda tan bien a las Cruzadas como el Occidente. Esto es, incorrectamente. Esto no debe sorprender. Los musulmanes tienen como fuente de información acerca de las Cruzadas, las mismas historias podridas que las que usa el Occidente. Los musulmanes suelen celebrar las Cruzadas como una gran victoria para ellos, después de todo, ganaron. Pero los autores occidentales, ocupados por el legado del imperialismo moderno, han contaminado el sentido de las Cruzadas, promoviéndolas como guerras de agresión y pintando a los musulmanes como plácidas víctimas (Nota del T: Con el fin de incentivar hoy la agresión “justificada” en ellos, y así, los norteamericanos principalmente, tener un oponente a quien combatir, con todas las consecuencias implícitas en esto.) Al hacer esto, han invalidado siglos de triunfos musulmanes, ofreciéndoles a cambio su consolidación como eternas víctimas.
    Mi Lado Histórico...